“Heredamos de nuestra familia
tanto las ideas por las cuales vivimos como la enfermedad por la cual morimos”.
Con esta lapidaria cita, extraída
de A la sombra de las muchachas en flor de
Marcel Proust, comienza Esto no es Berlín
de Hari Sama. Y cabría decir que toda la película es una especie de
contundente refutación de la mitad de la frase transcrita (después,
matizaremos). Evidentemente, es complicado luchar contra la genética. Pero
contra las doctrinas asumidas como dogmas inamovibles sí se puede combatir. Y
eso es lo que descubren los protagonistas de la última película del director
mexicano Hari Sama, quien, en la edición de 2013 del Festival de Málaga,
deslumbró con El sueño de Lu,
y, ahora, en la edición de 2019, ha vuelto a sorprender con Esto no es Berlín, película que retrata el ambiente underground de Ciudad de México de
mediados de los 80.
Carlos (Xabiani Ponce
de León) vivirá una intensa y radical experiencia de cambio en Esto no es Berlín de Hari Sama
Aunque el retrato que el
realizador realiza de la época tiene la suficiente potencia e intensidad como
para mantener alerta el interés del espectador durante 105 minutos, la película
impresionó en el certamen malagueño por las ramificaciones de su relato, por su
honda reflexión sobre cómo empiezan a surgir los cambios sociales y culturales pero,
a la vez, cómo los mismos pueden ser frenados por los mecanismos de autodefensa
que el entorno erige en torno a él como por las vacilaciones y los dilemas de quienes desean que esos cambios tengan lugar.
El protagonista de Esto no es Berlín es Carlos (Xabiani Ponce de León), un joven de 17 años que forma parte de la clase media mexicana. Gracias a sus conocimientos de mecánica y electrónica, con los que es capaz de reparar el sintetizador que utiliza el grupo musical donde canta la hermana (Ximena Romo) de su mejor amigo (José Antonio Toledano), entra en contacto con la escena musical y artística clandestina mexicana, en la que el postpunk y las tendencias más vanguardistas campan a sus anchas. Mientras que en México se desarrollan los preparativos y comienza el Mundial de Fútbol celebrado en el país en el año 1986, Carlos vivirá un cúmulo de intensas experiencias que cambiarán para siempre su vida y su forma de pensar y de ver el mundo.
El protagonista de Esto no es Berlín es Carlos (Xabiani Ponce de León), un joven de 17 años que forma parte de la clase media mexicana. Gracias a sus conocimientos de mecánica y electrónica, con los que es capaz de reparar el sintetizador que utiliza el grupo musical donde canta la hermana (Ximena Romo) de su mejor amigo (José Antonio Toledano), entra en contacto con la escena musical y artística clandestina mexicana, en la que el postpunk y las tendencias más vanguardistas campan a sus anchas. Mientras que en México se desarrollan los preparativos y comienza el Mundial de Fútbol celebrado en el país en el año 1986, Carlos vivirá un cúmulo de intensas experiencias que cambiarán para siempre su vida y su forma de pensar y de ver el mundo.
La amistad entre los
personajes de Xabiani Ponce de León y José Antonio Toledano dibujará una
especie de círculo en el film, saliendo reforzada tras las experiencias que
vivirán juntos
Esto no es Berlín traza todo un entramado de sugerentes paralelismos
entre la situación en el seno de la familia del protagonista (en la que su
madre es interpretada por Marina de Tavira, una de las protagonistas de Roma de Alfonso Cuarón, y su tío es encarnado por el propio director,
Hari Sama), las elecciones que aquel tendrá que asumir para conseguir que su
vida se conduzca por unos cauces y caminos acordes con sus deseos y
expectativas y la propia situación social de México, mostrada con todas sus
contradicciones y en el ambiente de anestesia colectiva creado por la
celebración del Mundial, hecho contra el que se dirigirá una de las performances que organizarán los
artistas amigos de Carlos.
Lejos de elaborar un discurso maniqueo, Hari Sama es capaz de retratar todos los claroscuros de la escena alternativa en la que Carlos se sumerge, no escondiendo sus contradicciones y los abismos a los que se asoma, mostrando las consecuencias del consumo de drogas y los primeros zarpazos del SIDA en la juventud de la época. Y en ese punto es donde cabría, quizás, matizar lo que hemos dicho al principio sobre la cita de Proust con la que se inicia la película. Porque el desarrollo del film nos sugiere una pregunta que podría llevar a una segunda interpretación de la cita mencionada: ¿hasta qué punto ese ambiento alternativo no es la nueva familia de Carlos y él va a heredar de ella las ideas con las que vivirá (ese espíritu crítico frente la sociedad que le rodea) y la enfermedad con la que podría morir?
Lejos de elaborar un discurso maniqueo, Hari Sama es capaz de retratar todos los claroscuros de la escena alternativa en la que Carlos se sumerge, no escondiendo sus contradicciones y los abismos a los que se asoma, mostrando las consecuencias del consumo de drogas y los primeros zarpazos del SIDA en la juventud de la época. Y en ese punto es donde cabría, quizás, matizar lo que hemos dicho al principio sobre la cita de Proust con la que se inicia la película. Porque el desarrollo del film nos sugiere una pregunta que podría llevar a una segunda interpretación de la cita mencionada: ¿hasta qué punto ese ambiento alternativo no es la nueva familia de Carlos y él va a heredar de ella las ideas con las que vivirá (ese espíritu crítico frente la sociedad que le rodea) y la enfermedad con la que podría morir?
Esto no es Berlín es un retrato apasionado del ambiente alternativo
de México a mediados de la década de los 80
Como han podido comprobar, había
mucho de lo que hablar en torno a esta película y en Málaga tuvimos la suerte
de contar con la presencia de Hari Sama y de Xabiani Ponce de León, quienes
respondieron a nuestras preguntas y despejaron muchas de nuestras dudas en
torno a la historia que Esto no es Berlín
nos cuenta.
Hablamos largo y
tendido con Xabiani Ponce de León (arriba a la izqda.) y con Hari Sama (abajo a
la dcha.), sobre Esto no es Berlín
CINE ARTE MAGAZINE: Hari, esta parece una película muy distinta a El sueño de Lu, película que presentante
la edición de 2013 del Festival de Málaga. ¿Cuál es la génesis de Esto no es Berlín y que has querido
reflejar en ella?
HARI SAMA: Al igual que El
sueño de Lu, esta es una película autobiográfica que tiene como punto de
partida cosas que me tocaron vivir casi en la preadolescencia. Es la película
que narra la vida de dos chicos que crecen en un barrio de las afueras de la
ciudad de México, un lugar un poco desprovisto de cultura, muy conservador, viven
en el seno de familias rotas, deprimidas, y estos chicos están creciendo en un
entorno al que parecerían no pertenecer pero que, en cambio, no tienen otra
opción. Por el talento con la electrónica de Carlos, que es el personaje con el
que yo me siento más vinculado, son llevados como premio al antro o lugar
nocturno donde está ocurriendo una contracultura muy clandestina, muy fuente,
muy postpunk, muy oscura pero también
muy vital. Y el contacto con este grupo de artistas les cambia la vida para
siempre a él y a su amigo.
En Esto no es Berlín, se muestra cómo el Mundial
de Fútbol de 1986 ejerció un efecto anestesia en la sociedad mexicana de la
época
CINE ARTE MAGAZINE: Me sorprende el título, Esto no es Berlín. ¿Por qué era Berlín la referencia cultural y musical
en esa época?
HARI SAMA: Yo creo que el Berlín de los 80 era el verdadero Berlín,
el Berlín que todo el mundo quería. Hasta Bowie estaba enamorado de Berlín e
iba a Berlín a grabar. Y Nick Cave se va a vivir a Berlín. Como que toda la
mirada de la contracultura de aquel tiempo estaba puesta en Berlín, en Londres
o Nueva York…
CINE ARTE MAGAZINE: Es decir, nos estamos refiriendo a todo el ambiente
que se crea en el Berlín de la época en torno a la electrónica y el punk…
HARI SAMA: Exactamente. Y con el que se identifica el grupo
específico de artistas que yo estoy retratando en la película. Y, por eso, “esto
no es Berlín” queda como un anhelo, como un anhelo en un México como que está
muy castigado por una dictadura muy recalcitrante donde está prohibido casi
todo. Los conciertos de rock están
prohibidos. Los jóvenes no pueden ver más que lo que la cadena de televisión,
que es un monopolio casi estatal, les muestra. De manera que estos jóvenes
estaban haciendo, en realidad, un trabajo heroico al consumir esa música, al buscar
esas opciones, al autogestionarse espacios para exponer, en un mundo muy
privado de alternativas. Entonces, la idea que un poco rondaba era decir: “Berlín
es Berlín, Nueva York es Nueva York y nosotros estamos aquí cagados, encerrados
en estas cuatro paredes porque no podemos salir”. Nosotros veíamos que en Berlín
o en Nueva York, hasta en la “movida madrileña” si tú quieres, había público
para ese tipo de trabajos, allí había gente haciendo ondas… Pero nosotros,
estoy exagerando, éramos veinte en una casa intentando emular eso… Era como una
mirada muy añorante a eso que estaba sucediendo fuera. Y, por otra parte,
justamente esa falta de espacios y de apertura y esa añoranza nos obliga a
repensar quiénes somos y eso, con el
tiempo y con los años, generó un movimiento de verdad y un país que se ve a sí
mismo de una manera muy diferente. Tanto que hoy hay quien dice que la Ciudad
de México es el nuevo Berlín.
Ximena Romo
interpreta el papel de la hermana de Gera, mejor amigo de Carlos, y es
vocalista de una banda postpunk
CINE ARTE MAGAZINE: Le preguntaría al protagonista de la película, a
Xabiani, si ha intentado descubrir cuáles fueron las vivencias de la época para
descubrir cuáles son los sentimientos del personaje que interpreta o ha
utilizado sus propias inquietudes personales para llegar a conectar con esos
sentimientos.
XABIANI PONCE DE LEÓN: Mira, justo este proyecto llegó en un
momento muy particular de mi vida en que estaba sintiendo que estaba viviendo
muchas similitudes con respecto al personaje. Como que sentí que había vivido
muchas cosas que mi personaje estaba viviendo. Entonces, digamos que las
experiencias que había tenido me fueron muy importantes para conectarme con el
personaje, con Carlos.
CINE ARTE MAGAZINE: En España, la “movida” y todos sus integrantes son
ampliamente conocidas por todas las generaciones y muchos de ellos aún siguen
en activo. ¿Pasa lo mismo actualmente en México con los integrantes de la
escena postpunk que retratáis en la
película?
XABIANI PONCE DE LEÓN: Pues la verdad es que yo no conocía mucho.
Conocía a los artistas más populares pero había como una movida artística underground a la que no se le ha dado
voz, que no se conoce tanto. Yo creo que la gente que vivió eso es la que lo
conoce. Fue justo un momento en que, simultáneamente, había muchas cosas y se
distraía fácilmente la atención. Esta se llevó a otro lado y se la ha intentado
callar de alguna forma, no se le ha dado mucha repercusión pero claro que todo
eso ha influido en lo que está pasando ahora. Fue una apertura, fue como una
brecha para que la sociedad se abriera, se expandiera en muchos sentidos
artísticos y políticos, que se saliera a las calles a tomar los espacios
públicos y surgiera una voz que, gracias a eso, ahora hay más libertad de
creación. Pero, realmente, sus nombres no son ampliamente conocidos.
CINE ARTE MAGAZINE: Por lo que nos ha dicho, Hari, y lo que sabíamos de
ti, creo que tu cine, en el fondo, habla mucho de cambio interior de las
personas. Pasaba en El sueño de Lu y
vuelve a pasar en Esto no es Berlín.
HARI SAMA: Sí, sí, totalmente. De hecho, después de El sueño de Lu, hice dos películas muy
pequeñas, como siempre muy delicadas y muy introspectivas (Despertar el polvo y el documental Sunka Raku: Alegría Evanescente), que me prepararon para Esto no es Berlín, que es una producción
mayor, mayores retos de producción, era una película de época, era una película
coral porque, aunque había un protagonista, digamos que las voces están
entrechocándose y mezclándose, hay muchos actores, entonces esas dos películas
me prepararon muy bien para no perder de vista que lo que, esencialmente, yo
estaba contando en Esto no es Berlín,
además de esa parte gráfica que es muy loable, y que nosotros sentimos, y que
nos dice que hubo un conjunto de artistas con gran fuerza vitalidad, es que es
una película sobre la amistad, sobre los movimientos interiores de los seres
humanos, que están luchando de distintas maneras con una necesidad de conexión
con algo mayor que ellos mismos, sin saber muy bien qué es eso. Viniendo,
además, de familias con madres deprimidas, no conectando con esas familias ni con
esos amigos que los rodean, ni tan siquiera con ellos mismos… Y, a veces, uno
encuentra de repente que, a través de las drogas, encuentras una conexión. Para
mí, a través del arte, sin duda la hay. Por supuesto, a través de la
espiritualidad, aunque la película no hable mucho de eso… Pero, sí, en mis
películas encuentras a personajes que están en un proceso de reencontrarse con
ellos mismos sin saber muy bien por dónde tirar… Pero, por fortuna, creo que me
preparé sin saberlo para hacer esta película que no perdió su esencia a pesar
de su tamaño y que, ahora, todo parece indicar que son el tipo de películas que
están llegando: películas con gran tamaño de producción, al menos eso es lo que
me está llegando, y me siento mucho mejor preparado para no perder la brújula.
CINE ARTE MAGAZINE: ¿Quizás una de las lecciones que aprendiste fue que
todo el diseño de producción que se necesita para hacer una película de estas
características no acabara devorando todo el sentido de la película?
HARI SAMA: Eso es. Digamos que hubo escenas que fueron muy
difíciles de rodar desde el punto de vista técnico y de producción, había
muchos extras, hubo, por ejemplo, una escena en un estadio con un robot que
tenía que funcionar pero no acababa de funcionar, y cosas complicadas pero que,
al final, yo sabía que la historia que estaba rodando era la de estos dos
amigos, que están pasando por cosas muy importantes en su interior y que,
ahora, nos reflejamos todos en ellas de adultos. Nadie había pensado que esta
problemática, que parece de adolescentes, no por eso es menos relevante y casi
metafísica. Y es algo muy bonito porque al final nos siguen marcando las mismas
cosas en la edad adulta, aunque, aparentemente, ya vivimos vidas más
importantes, en las que, por ejemplo, ser tímido ahora no es tan relevante
pero, en la época de la adolescencia y juventud, es cuestión de vida y muerte.
A pesar de ello, lo que viven los protagonistas de Esto no es Berlín sigue teniendo mucho que ver con cosas que nos
pasan en la edad adulta.
El personaje de
Xabiani Ponce de León se acaba enfrentando abiertamente al entorno al que
pertenece
CINE ARTE MAGAZINE: Escuchando todo lo que está diciendo Hari, que nos
está exponiendo toda la hondura que tiene Esto
no es Berlín, le preguntaría a Xabiani qué fue lo más fácil a la hora de
abordar su personaje y qué fue lo más complicado para él.
XABIANI PONCE DE LEÓN: Lo más difícil fue que, como había muchas
similitudes en mi vida con la del personaje (la ausencia de un padre, por
ejemplo), fue tomar muchos temas de mi vida que me afectan directamente.
Trabajar con eso, para utilizarlo, no es muy agradable a fin de cuentas. Es muy
enriquecedor pero es complicado y, bueno, también hay una escena en la que
estamos en mitad de una avenida muy importante de Ciudad de México, desnudos,
haciendo una performance, como un
acto político, nunca me había desnudado y el hacerlo delante de cientos de
personas no es nada fácil. Además, era algo que no estaba escrito en el guion
sino que, más bien, salió en el proceso y Hari me platicó el porqué y yo decidí
hacerlo, a pesar de que tenía la opción de no hacerlo. Yo tenía mucho miedo,
mucha inseguridad pero que, al final, son puras cosas mentales, puros
prejuicios… Cuando lo hice, fue muy liberador. Terminó siendo algo muy
positivo. Y lo más fácil, creo que trabajar el equipo, con Hari y con los
actores que me tocó trabajar fue como que me llevaran de la mano. Te ponen el
trabajo muy fácil. Tú tienes que hacer tu parte pero ellos te lo acomodan de tal
forma que me resultó muy cómodo incluso en situaciones muy incómodas. Todo ello
hizo que mi trabajo fuera muy llevadero.
José Manuel Cruz,
director de Cine Arte Magazine, con Hari Sama y Xabiani Ponce de León, director
y protagonista de Esto no es Berlín,
respectivamente
CINE ARTE MAGAZINE: Aunque esta película habla de los años 80, yo creo
que tiene moralejas seguramente que serán válidas para la época actual. Os
pregunto a los dos: ¿Qué encontrará el espectador en Esto no es Berlín que vea que le será útil y que será actual a la
altura del año 2019?
XABIANI PONCE DE LEÓN: Yo creo que esta película la puedes agarrar
de diversos modos. Hay gente que le llega mucho por algunos temas porque trata
una amplia variedad de ellos. Aunque es aparentemente la historia de unos
chicos, nos habla de muchísimas cosas. Habla, por ejemplo, de la libertad, del
ser quien tú eres, de aceptarte tal como eres, de decir soy lo que soy y estos
chicos lo hicieron en un momento muy jodido… Yo creo que aún después de tantos
años siguen existiendo los mismos problemas, de mostrarse la gente tal cual es
y yo creo que esta película es como decir: “Soy quien soy. Te guste o no te
guste, así soy”.
HARI SAMA: Yo estoy de acuerdo con Xabiani. Cuando estrenamos la película
en Sundance, nuestro compañero, el actor Mauro Sánchez Navarro, que hace un
personaje muy lindo, que se enamora justamente de Carlos, habló, uniendo
ficción y realidad, de lo importante que era para él esta película siendo gay. Es un chico muy joven pero habló de
las enormes dificultades que había encontrado a lo largo de su vida, empezando
por su casa, siguiendo por la calle y en toda la realidad de él como persona a
la hora de salir del armario. Y comentó que esta película le había servido de
forma contundente para hacerlo de manera más abierta. Hay parte del proceso que
ha explicado Xabiani, como eso de salir desnudos a la calle, tiene que ver con
eso. Hubo una búsqueda por mi parte para que los chicos que forman parte del
grupo como artistas encontraran su voz como artistas contemporáneos. Y esa performance de la que habla Xabiani es
una performance de Mauro. Él inventó
esa performance. yo los empujé, los
empujé, los empujé hasta que él me dijo un día: “Ya entiendo lo que yo quiero
hacer como artista”. Él no tenía ninguna relación con el arte antes de la
película pero él me dijo que quería hacer una performance en la que salieran a la calle todos desnudos, nos
pintamos maneras muy peyorativas de llamar a los homosexuales en las calles y yo les azoto con un
látigo. Y fue mágico lo que sucedió. A mí me gusta hacer mucho esto en mi cine:
romper el umbral que hay entre la realidad y la ficción. Y, por eso, creo que
fue tan poderoso ese momento para todos. Yo llegué a decir que a mí me hubiera
gustado estar ahí. Quienes participaron, empezaron tímidos y con mucho miedo. Porque,
hasta entonces, solo habíamos rodado en interiores y esta fue la primera escena
que rodaron fuera de ahí: literalmente, salir desnudos a la calle. Además, no
teníamos los permisos para hacerla en exteriores… Y fue una cosa muy aparatosa
la que se hizo ahí. Sin embargo, fue muy bonito ver cómo los actores se iban
cargando de energía. De repente, ya había algunos que no se ponían la bata
entre toma y toma. Estaban con un poder… Yo me dije: “Yo quiero estar también
ahí”. Entonces, siento que lo que conserva de universal la película es que
todos tenemos la necesidad de salir del armario en el sentido más profundo de
la palabra, sin importar tu preferencia sexual. Tenemos ese yo dentro, que es
muy frágil, muy vulnerable, a veces muy lastimado por la infancia y la
adolescencia y nos cuesta mucho trabajo decir: “Esto es quien yo soy”. Y yo
creo que esta película habla de ello, entre sus muchas lecturas. Y hasta yo
mismo, después de que los actores lo hicieran, he hablado más abiertamente de
mi vida. Entonces, creo que la película ha abierto muchas puertas para nosotros
en ese sentido.
El actor Mauro
Sánchez Navarro ganó, ex aequo con
Quim Gutiérrez, la Biznaga de Plata al Mejor Actor de Reparto de la Sección
Oficial del 22º Festival de Málaga
CINE ARTE MAGAZINE: En los últimos años, hemos visto cómo el cine
mexicano está pegando fuerte con el triunfo en los Oscar de Alejandro González
Iñárritu, Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro… ¿Qué está pasando en el cine
mexicano para que en los últimos años esté cosechando tantos éxitos?
HARI SAMA: Mira, yo creo que esos tres ejemplos en particular que
llaman mucho la atención porque son nombres muy mediáticos y son cineastas que
hicieron un crossover y están
triunfando en Estados Unidos. Además de ellos, hay una larga lista de
directores que están teniendo éxito en los festivales más importantes del
mundo. Que yo veo que ahí está lo que está sucediendo verdaderamente interesante
en el cine mexicano, y que no son estos tres casos que mencionas sino que hay
50 directores más que, sin ser tan visibles, porque hacen un trabajo mucho más
personal, mucho más arriesgado, más experimental, sí ves que, cuando vas a un
festival internacional, hay dos o tres películas mexicanas en competencia que,
realmente, sí son muy sonadas. Yo creo que entró una nueva generación, con una
creatividad muy exacerbada y creo que se encontró con un México más abierto,
más libre y donde, hasta ahora, ha habido presupuesto para hacer un trabajo
cinematográfico cultural, que no es cualquier cosa. Siguiendo lo que se hace en
Europa y América del Sur, en México se hace un cine de corte autoral, porque el
gobierno ha ofrecido hasta ahora un presupuesto que permite que los directores
exploren su forma de hacer cine. Y creo que eso es muy importante. Se producen
140-150 películas. Cuando yo entré en la escuela de cine, se producían ocho.
CINE ARTE MAGAZINE: Esto no es
Berlín ya tiene asegurada fecha de estreno en España, ¿no?
HARI SAMA: Sí, es junio. Aún no tiene fecha exacta pero la
distribución será realizada por Syldavia. Y España será el primer país donde se
estrene la película.
CINE ARTE MAGAZINE: ¿Qué nos podéis contar de vuestros proyectos
futuros?
HARI SAMA: Yo estoy terminando de escribir el guion de una
película, que es mexicana pero cuya trama empieza en Nueva York, que se llamará
Lastre. Es la historia de una familia
que lleva el estigma del abuso, del abuso sexual particularmente. Hay un
protagonista, de los tres, que es un chico joven, de 21 años, mexicano, que es
estudiante de Filosofía y Letras, que es poeta, pero que su pasión es el rap. (¡Que vaya paradoja que el rap español nació, justamente, en
Andalucía!). Entonces, él lucha contra la pedofilia, contra la expresión de la
misma. Es una película muy fuerte, donde la música vuelva a jugar un papel muy
importante, y muy profunda, en la que sigue habiendo esa lucha interior de los
personajes. A mí me tiene entusiasmadísimo este proyecto. Lo que pasa es que,
después de Sundance, no he podido volver a México porque me han ofrecido
proyectos de dos películas, una en Estados Unidos y otra en Londres, y ahora
estoy negociando para ver si puedo meter mano en el guion… Ambos proyectos me
han interesado muchísimo… Así que puede ser que estas dos cosas lleguen
simultáneamente. Como no lo tengo firmado, no puedo mucho hablar de ellas. Pero
me han llegado cosas muy interesantes que seguro que van a venir pronto.
XABIANI PONCE DE LEÓN: Yo, ahora, estoy a punto de estar en un
capítulo de Aquí en la Tierra, una
serie que protagoniza Gael García Bernal. Como también soy músico, estoy terminando
de grabar un disco, con mi banda Fly The Band.
Y me gustaría estudiar cine para ser realizador en un futuro.
José Manuel Cruz,
director de Cine Arte Magazine, entre Hari Sama y Xabiani Ponce de León
Como han podido comprobar, Esto no es Berlín es una película con
amplias capas y lecturas. Por ello, se hizo merecedora de la Biznaga de Plata
Premio Especial del Jurado, la Biznaga de Plata al Mejor Actor de Reparto para
Mauro Sánchez Navarro, la Biznaga de Plata a la Mejor Fotografía para Alfredo
Altamirano y la Biznaga de Plata Premio Especial del Jurado de la Crítica. Toda
una serie de alicientes para que su estreno en junio vaya acompañado de un gran
éxito en taquilla.
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