CAPITANA MARVEL DE ANNA BODEN Y RYAN FLECK. LA HEROÍNA EN CONSTRUCCIÓN




TÍTULO: Capitana Marvel. TÍTULO ORIGINAL: Captain Marvel. AÑO: 2019. NACIONALIDAD: Estados Unidos. DIRECCIÓN: Anna Boden y Ryan Fleck. GUION: Anna Boden, Ryan Fleck y Geneva Robertson-Dworet. MONTAJE: Debbie Berman y Elliot Graham. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Ben Davis. MÚSICA ORIGINAL: Pinar Toprak. INTÉRPRETES PRINCIPALES: Brie Larson, Samuel L. Jackson, Ben Mendelsohn, Jude Law, Annette Bening, Lashana Lynch, Clark Gregg, Rune Temte, Gemma Chan, Algenis Perez Soto, Djimon Hounsou, Lee Pace, Chuku Modu, Matthew Maher. DURACIÓN: 124 minutos. PÁGINA WEB OFICIAL: https://www.marvel.com/captainmarvel/. ENLACE EN GOOGLE PLAY: https://www.cineartemagazine.com/2019/03/capitana-marvel-de-anna-boden-y-ryan.html.

CALIFICACIÓN: 


Se enfrentaba Capitana Marvel a varias dificultades simultáneas que convertían a esta película en un auténtico campo de minas para los directores que han asumido el riesgo de su realización. La primera, que se trataba de un film en el que tenía lugar la presentación de un personaje, una superheroína, y los títulos que tienen tal condición suelen acabar siendo historias de trámite, narradas como una especie de compromiso del que hay que escapar lo más rápidamente posible y que se despachan contando durante tres cuartos de hora el origen del protagonista y añadiendo una secuencia de acción para dejar paso la espectacularidad y la sustancia a las secuelas de la saga. Algo así pasó con X-Men (2000) de Bryan Singer y Thor (2011) de Kenneth Branagh. Capitán América: El primer vengador (2011) logró eludir tal limitación y supo construir una historia emocionante, emotiva y vibrante y Black Panther (2018) de Ryan Coogler se vino a quedar a medio camino entre ambos resultados. La segunda dificultad a la que se enfrentaba Capitana Marvel era su carácter de eslabón necesario entre Vengadores: Infinity War (2018) de Anthony y Joe Russo, que nos dejó estupefactos con su desenlace, y su continuación, Vengadores: Endgame (2019), que se estrena en poco más de un mes, por lo que no estaba muy claro si Capitana Marvel iba a ser una película con personalidad propia. La tercera dificultad era extracinematográfica y es que empezó a haber quienes consideraban que este film iba a ser un alegato feminista y empezaron a defender por redes sociales el boicot a la misma. Debe confesar que a mí este punto me daba igual. Si efectivamente resultaba ser un alegato feminista, si la película era buena, pues que fuese tal alegato: es lo que sus productores y realizadores han querido hacer y hay que respetar su decisión creativa. Y si era mala, lo de menos sería tal cuestión. Pero, al final, todas estas cautelas han sido soslayables. Porque Capitana Marvel es un estupendo film, con numerosos aciertos y virtudes y que se puede ver como una disfrutable pieza separada con independencia de lo impacientes que podamos estar por ver Avengers: Endgame.




Narrativamente, hay que destacar dos aspectos de la película. El primero, su audaz decisión de evitar contar una historia de forma lineal y optar por un relato fragmentario y fragmentado en el que solo el desarrollo de la narración permitirá hacer encajar las piezas sueltas y revueltas que nos han mostrado en la primera parte del film. El segundo, en consonancia estética con el primero, es que nos va mostrando a una heroína en construcción. No se trata de alguien que, desde el primer momento, es consciente de sus superpoderes y se enfrenta a la tarea de gestionarlos sino de un personaje que tiene que descubrir su identidad, su auténtica condición y, a partir de ahí, extraer todo el potencial que encierra dentro de ella misma. De ahí que la actuación de Brie Larson se aparte de lo que suele ser habitual en este género y, durante buena parte del metraje, se le pueda achacar una presunta falta de carisma cuando lo que en realidad pretende plasmar desde el punto de vista interpretativo es un viaje desde una vida vivida según esquemas prefijados por otros a una vida vivida según la identidad construida y conquistada.

Por todo ello, cabe concluir diciendo que (a pesar de la manía de esas peleas rodadas en primer plano, algo que desluce el conjunto porque apenas se ve lo que sucede) Capitana Marvel es una película con la que se disfruta, que entretiene y que hace que se pasen volando sus dos horas de duración, además de ser un ejercicio narrativo rigurosamente construido que encierra un agudo discurso sorprendentemente crítico que nos invita con rotundidad a desconfiar de las verdades oficiales. ¿Qué más se puede pedir? Pues, por supuesto, que no se pierdan las dos secuencias que aparecen después de los títulos de crédito.





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