HOMENAJE A ALAIN RESNAIS

El pasado 1 de marzo, falleció el director de cine francés Alain Resnais, a la edad de 91 años. Autor de títulos tan emblemáticos como Hiroshima mon amour (1959), El año pasado en Marienbad (1961), Muriel (1963), La guerra ha terminado (1966), Providence (1977), On connaît la chanson (1997) o Asuntos privados en lugares públicos (2007), en el último Festival de Berlín se proyectó su último film: Aimer, boire et chanter (2014).






Adscrito cronológicamente a la Nouvelle Vague francesa, hay ciertos elementos que lo diferencian del resto de miembros de la corriente. No escribió en Cahiers du Cinéma, realizó 24 cortos y documentales antes de estrenar su primer largometraje, la influencia del cine clásico norteamericano en su estilo no es tan apreciable como en otros colegas (luego veremos que ello no es tan obvio como se podría desprender con una mirada superficial) y no consta que jugara al pinball (que, parece ser, era la principal afición común de todos los miembros del grupo). Sin embargo, por su preocupación por las innovaciones formales y por captar la realidad social y el estado de ánimo del momento, se le puede incluir sin problemas dentro de dicho movimiento.

Hoy, como homenaje a su figura, comentamos dos de sus películas.

CLÁSICOS ETERNOS

EL AÑO PASADO EN MARIENBAD (1961)

TÍTULO: El año pasado en Marienbad. TÍTULO ORIGINAL: L’année dernière à Marienbad. 1961. NACIONALIDAD: Francia-Italia. DIRECCIÓN: Alain Resnais. GUIÓN: Alain Robbe-Grillet. MÚSICA ORIGINAL: Francis Seyrig. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Sacha Vierny. MONTAJE: Jasmine Chasney y Henri Colpi. INTÉRPRETES PRINCIPALES: Delphine Seyrig, Giorgio Albertazzi, Sacha Pitoëff. DURACIÓN: 90 minutos.

Si películas como 2001: Una odisea del espacio (1968) de Stanley Kubrick o El árbol de la vida (2011) de Terrence Malick, han suscitado dudas y polémicas sobre su posible significado o si, en realidad, poseían alguno, el gran debate sobre cómo interpretar y descifrar una película es el que gira en torno a El año pasado en Marienbad de Alain Resnais. Primero, porque aún hoy no hay una hipótesis consolidada sobre qué significa este film; segundo, porque, a diferencia de los otros dos títulos, es posible que el tema de la película que hoy comentamos sea cómo se narra una historia, qué mecanismos se aplican y cómo asignamos significados. Es decir, puede ser que el tema de esta historia sean las historias mismas. O no.




El año pasado en Marienbad: ¿Un laberinto dentro de otro laberinto?
   





Antes que nos hagamos una idea de qué va la trama, una larga retahíla de palabras inconexas van describiendo los pasillos que recorre la cámara: un suntuoso palacio que podría ser un balneario u hotel al que acude la aristocracia. De repente, personajes inmóviles aparecen ante nuestros ojos. Se oyen las campanas del reloj y los personajes parecen cobrar vida. Pero es una vida extraña: dichos personajes se limitan a repetir, una y otra vez, las mismas conversaciones banales y sin sentido. Uno de ellos (llamado “M”, interpretado por Sacha Pitoëff), le propone a otro (“X”, encarnado por Giorgio Albertazzi) un juego muy sencillo en el que dice que siempre gana. Efectivamente, es así. (A lo largo del film, veremos cómo “M” obtiene el triunfo en todas las partidas que juega.). Es entonces cuando empieza la trama reconocible (llevamos 20 minutos de película): “X” le dice a “A” (esposa de “M”, papel que asume Delphine Seyrig) que se conocieron el año pasado y habían acordado que ella abandonaría a su marido y se marcharían juntos. Pero “A” dice que no recuerda que haya sucedido nada de eso. A partir de ahí, la película se centra en los esfuerzos de “X” para que “A” recuerde y acepte irse con él.




El juego diabólico…


Para entender esta película, es fundamental tener en cuenta la personalidad de su guionista: Alain Robbe-Grillet, escritor y cineasta y principal representante del movimiento literario denominado Nouveau Roman (también integrado por autores como Nathalie Sarraute, Michel Butor o Claude Simon), que propugnaba la ruptura de la narrativa tradicional. Los postulados de este movimiento impregnarán de tal modo El año pasado en Marienbad que, sin tener en cuenta el hecho, no es posible comprender cabalmente el film. Sin embargo, no es menos verdad, como después explicaremos, que la visión cinematográfica de Resnais está plenamente presente en la película, de forma que la misma cabe ser considerada como uno de esos milagros de comunión plena entre director y guionista, al modo de los legendarios tandems John Ford-Dudley Nichols, John Ford-Frank S. Nugent, Billy Wilder-I. A. L. Diamond, Luis Buñuel-Jean Claude Carrière o Luis García Berlanga-Rafael Azcona.

A partir de este contexto, cabe trazar varias hipótesis sobre el significado de la trama. Vamos a partir, básicamente, de las expuestas en el documental Dans le labyrinthe de Marienbad (2009) de Luc Lagier, aunque aportaré también mi propia opinión.

1.- LA HIPÓTESIS DE LOS AUTÓMATAS Y EL BUCLE TEMPORAL.

Según esta hipótesis, los personajes que aparecen en la película serían autómatas o fantasmas encerrados en un bucle temporal. El personaje de “X” habría escapado de su condición y habría adquirido conciencia e intentaría influir en “A” para que a ella le ocurriera lo mismo y, de este modo, conseguir el poder huir con ella del laberinto en que se hallan encerrados.




 
¿Autómatas?


Esta explicación remitiría, sorprendentemente, a otros títulos que no parecerían estar relacionados, en principio, con La noche pasada en Marienbad y que podrían hasta considerarse (con un poco de imaginación) como remakes inconfesos y encubiertos de esta película. Por ejemplo, El Resplandor (The Shining, 1980) de Stanley Kubrick, que también se desarrolla en un hotel, donde también están presentes pasillos aparentemente interminables y que también narra la existencia de un bucle maldito que obliga a que en el Overlook tengan lugar matanzas recurrentes. O Atrapado en el tiempo (Groundhog Day, 1993) del recientemente fallecido Harold Ramis, con ese Día de la Marmota que se repite una y otra vez y del que Bill Murray inventa miles de modos para poder escapar. Evidentemente, tampoco deberíamos olvidarnos de Blade Runner (1982) de Ridley Scott: los paralelismos estarían claros entre los replicantes y los extraños inquilinos del hotel o balneario de El año pasado en Marienbad y la relación entre "X" y "A" se podría asimilar a la de Deckard y Rachael.



A lo mejor, sí hay escapatoria...


2.- LA HIPÓTESIS "PIRANDELLO"

Según esta segunda interpretación, "X" sería un personaje en busca de autor (al estilo de lo que se propone en la obra teatral Seis personajes en busca de autor del dramaturgo italiano Luigi Pirandello). O, más bien, sería un personaje que decide convertirse él mismo en su propio autor. La película, de este modo, hablaría de un proceso de liberación, por el cual el protagonista dejaría de vivir la vida que le imponen y elegiría crear su propio camino, debiendo, para ello, transformar la realidad que le rodea. El año pasado en Marienbad sería una historia que se está haciendo a la vez que la contemplamos y en la que el personaje protagonista acabaría convirtiéndose en su director.





¿"X" buscando crear con "A" su propio destino...?


En este sentido, el juego que se repite una y otra vez a lo largo de la trama sería una metáfora de las reglas que habría que romper y que llevan siempre a la derrota. Para conseguir ganar, habría que utilizar o imponer unas reglas distintas ("romper la baraja" se podría decir) que cambien la dinámica existente y permitan al protagonista cumplir su objetivo de ser libre y de hacer libre, de paso, a "A". Este significado permitiría conectar esta película con El show de Truman (1998) de Peter Weir: aquí, también el personaje interpretado por Jim Carrey estaría viviendo una historia escrita por otros y su objetivo sería escapar del plató en el que toda su vida se ha desarrollado y poder decidir su propio destino.




"M": el gran obstáculo de "X"



3.- LA HIPÓTESIS DEL CONFLICTO GUIONISTA-DIRECTOR

Esta hipótesis es la que a mí menos me gusta porque, para defenderla, hay que recurrir a elementos que no están presentes en la película y que se refieren a hechos ocurridos en su producción y rodaje. Hay que decir que El año pasado en Marienbad no era el proyecto que tenía en mente realizar Alain Resnais después del éxito de Hiroshima mon amour. Sin embargo, los productores Pierre Couran y Raymond Froment le hicieron contactar con Alain Robbe-Grillet y, del encuentro, se decidió que este iba a realizar varias propuestas de largometraje con el fin de elegir uno para su realización. De las cuatro propuestas presentadas por el escritor, acordaron llevar adelante la historia que sería el germen de El año pasado en Marienbad, de modo que Robbe-Grillet acabó presentando un guión cerrado, que incluía hasta cómo debían ser los planos que la película debería tener. Resnais, según las propias palabras del propio Robbe-Grillet, sí respetó dicho guión pero introdujo matices que hicieron que la película fuera muy distinta a cómo el guionista la había concebido. Resnais hizo que el escritor grabara una lectura del guión realizada por él mismo y dicha grabación se la pasó a todos los actores para que la siguieran menos a la actriz Delphine Seyrig, a la que dirigió según sus propios criterios. El año pasado en Marienbad, siguiendo el razonamiento, nos estaría hablando de cómo el guionista plantea una película pero cómo, al final, el director logra llevarla al terreno que le interesa. El conflicto entre "X" y "M" sería la pugna entre Resnais y Robbe-Grillet o, generalizando, entre quien escribe la película y la convierte en imágenes.



¿Orfeo guiando a Eurídice?¿O Resnais dirigiendo a Delphine Seyrig?




¿Delphine Seyrig como metáfora de la propia película?



4.- LA HIPÓTESIS HITCHCOCK

Esta hipótesis parte de la aparición de la silueta de Alfred Hitchcock al principio de la película:



Aparición de la silueta de Alfred Hitchcock en el minuto 11:54 de la película.


Básicamente, esta versión defendería que El año pasado en Marienbad vendría a ser la explicitación de los mecanismos narrativos que utiliza el maestro británico del suspense. O, mejor, del esquema existente antes de que tome forma cualquiera de las historias de Hitchcock.

De hecho, se cita a Con la muerte en los talones (North by Northwest, 1959) como una referencia básica de El año pasado en Marienbad. Recordemos que, en Con la muerte en los talones, el punto de partida es un personaje que no existe, Jonathan Kaplan, al que acaba dando vida en contra de su voluntad un despistado Roger O. Thornhill, magníficamente interpretado por Cary Garnt. Del nombre del protagonista de Con la muerte en los talones, importa esa "O" en medio, ese hueco sin cubrir, una especie de agujero negro que es el mismo que nos encontramos con El año pasado en Marienbad. Esta película guardaría, por tanto, un paralelismo claro con el clásico de Hitchcock, en la medida en que un personaje absolutamente vacío irá cobrando forma, irá adquiriendo un perfil y se acabará quedando finalmente con la chica. En un sentido más profundo, ambas películas vendrían a tener la misma moraleja: la forma precede al contenido. ¿Recuerdan los títulos de crédito de Con la muerte en los talones? En ellos, lo primero que veíamos eran unas líneas blancas sobre fondo verde. Poco a poco, esas líneas adquieren la forma de un rascacielos... El año pasado en Marienbad seguiría ese esquema.




Títulos de crédito de Con la muerte en los talones


Pero no es sólo Con la muerte en los talones la película de Hitchcock que puede servir de referencia. En la famosa entrevista que le realizara François Truffaut, el maestro británico, al referirse a Psicosis (1960), afirmaba: "En Psycho, el argumento me importa poco, los personajes me importan poco; lo que me importa es que la unión de los trozos del film, la fotografía, la banda sonora y todo lo que es puramente técnico podían hacer gritar al público". Está claro que El año pasado en Marienbad también está hecha de trozos que acaban constituyendo una forma de perfil muy determinado.

Pero, evidentemente, el afán de "X" de hacer despertar en la memoria de "A" los recuerdos del pasado, conecta con Recuerda (Spellbound, 1945). (A continuación, incidiremos en este aspecto del film.) Y su intención de separarla de su marido, remite claramente a Encadenados (Notorious, 1946)... Como vemos, las referencias hitchcockianas se multiplican...



El año pasado en Marienbad tiene paralelismos evidentes con Recuerda...


... y Encadenados

5.- LA HIPÓTESIS DE LA MEMORIA

La interpretación que yo considero más ajustada a lo que vemos en la película es verla como una metáfora de cómo funciona nuestra memoria. Esta interpretación se la escuché por primera vez a Carlos Pumares en su mítico programa de radio Polvo de estrellas. El año pasado en Marienbad intentaría reflejar cómo se organizan o, más bien, se (des)organizan, los recuerdos en nuestra mente. Los recuerdos son siempre escurridizos, frágiles, cambiantes, engañosos y, por tanto, nada fiables de cara a reconstruir el pasado. De un modo más profundo, la película remitiría a aquella frase de Orwell que venía a decir que, quien controla el pasado, controla el presente y controla el futuro. "X" trata de modelar la memoria de "A" para ganar una partida en la que tiene todas las de perder.




¿Nos devuelve la memoria una imagen precisa de nosotros mismos?


En un momento dado (y esto que voy a decir ya es cosecha propia), podemos, incluso, pensar (al igual que ocurría en Recuerda de Alfred Hitchcock) que la protagonista sufre un trauma que le ha hecho borrar parte de su pasado de su mente. "X" reconstruye los fragmentos borrados para salirse con la suya. Pero ¿hasta qué punto es de fiar "X"?¿Está contando la verdad?¿O está narrando su historia de la forma que más le conviene a sus propósitos? Esto último emparentaría El año pasado en Marienbad con la siguiente película que comentaremos, al defender, en última instancia, la creación de una memoria objetiva, carente de toda distorsión y que impida que una memoria falseada sea el instrumento de poder de unas personas sobre otras.

A pesar de todo lo que se ha hablado de ella, las interpretaciones de El año pasado en Marienbad se multiplican y, probablemente, tendrá tantas como espectadores que la contemplen. Quizás, esa esa su última y genuina intención.



¿Un vaso roto como metáfora del trauma del protagonista?



  ¿La balaustrada rota como metáfora de la rendición de la memoria de "A"?



Nota (de 1 a 10): 10.

Lo que más gustará: Su perfecta arquitectura formal.

Lo que menos puede gustar: Su hermetismo.




Una de las icónicas imágenes de El año pasado en Marienbad

JOYAS OCULTAS

NOCHE Y NIEBLA (1955)

TÍTULO: Noche y niebla. TÍTULO ORIGINAL: Nuit et brouillard. AÑO: 1961. NACIONALIDAD: Francia. DIRECCIÓN: Alain Resnais. GUIÓN: Jean Cayrol. MÚSICA ORIGINAL: Hans Eisler. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Ghislain Cloquet y Sacha Vierny. MONTAJE: Alain Resnais. DURACIÓN: 32 minutos.

Obras cinematográficas y televisivas sobre el Holocausto hay muchas. Hay películas magníficas como Kapò (1960) de Gillo Pontecorvo, La lista de Schindler (1993) de Steven Spielberg, El pianista (2002) de Roman Polanski, Sin destino (2005) de Lajos Koltai o Hannah Arendt (2012) de Margarethe von Trotta, documentales como Shoah (1985) o El último de los injustos (2013) de Claude Lanzmann y series de televisión como Holocausto (1978), dirigida por Marvin J. Chomsky y protagonizada por James Woods, Meryl Streep y Michael Moriarty. Pero, posiblemente, la forma más audaz, arriesgada y contundente con que se haya descrito la tragedia fue la que llevó a cabo Alain Resnais en su documental Noche y niebla.

32 minutos. Sólo 32 minutos. Pero cada minuto de metraje es un auténtico mazazo, un auténtico golpe a las conciencias que resulta mucho más efectivo que cualquier tipo de recreación en el morbo.






Porque, ¿es necesario alargar la narración de lo sucedido cuando los hechos desnudos hablan por sí mismos, cuando las imágenes no necesitan explicaciones adicionales para reflejar las atrocidades cometidas por los nazis? Noche y niebla es un documental conciso, escueto, sin estridencias. Porque su tema no necesita de nada más. Sólo relatar de forma precisa y con absoluta frialdad la secuencia de lo acontecido y demostrar la estrategia de deshumanización, de cosificación del ser humano puesta en práctica para facilitar la aniquilación de millones de personas.

Como ya hemos comentado a raíz de El año pasado en Marienbad, late en Noche y niebla el afán de que no caiga en el olvido los hechos relatados. Más aún, la necesidad de que se tengan presentes en todo momento para que el colosal proceso de genocidio desplegado a través de toda una red de campos de concentración no vuelva a repetirse.

Aunque la historia es contumaz y los seres humanos solemos a incurrir en los mismos errores, Noche y niebla cumple su objetivo de dejar un recuerdo imborrable al espectador y de transmitir con plena convicción la indignación y el estupor por lo que, aún hoy, escapa a los límites de nuestra lógica.



Nota (de 1 a 10): 9.

Lo que más gustará: Su relato conciso, escueto y demoledor del Holocausto.

Lo que menos puede gustar: A muchos les puede resultar excesivamente breve dada la magnitud de la tragedia.





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