NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS (o ¿qué cine es el que, de verdad, sabemos hacer bien en España?)


TÍTULO: No habrá paz para los malvados. AÑO: 2011. NACIONALIDAD: España. DIRECCIÓN: Enrique Urbizu. GUIÓN: Michel Gaztambide y Enrique Urbizu. MÚSICA ORIGINAL: Mario de Benito. INTÉRPRETES PRINCIPALES: José Coronado, Helena Miquel, Juanjo Artero, Rodolfo Sancho, Pedro María Sánchez. PÁGINA WEB OFICIAL: http://www.nohabrapaz.com.

Cuando, en una entrada anterior, hablamos de Los ojos de Julia (http://cineartemagazine.blogspot.com/2011/02/los-ojos-de-julia-o-de-terror-tambien.html), ya comentamos que, en el seno del cine español, existía una tradición poco reconocida de películas fantásticas y de terror. Algo parecido sucede con el género negro.

Desde Brigada criminal (1950) de Ignacio F. Iquino, Apartado de correos 1001 (1950) de Julio Salvador, Los ojos dejan huellas (1952) de José Luis Sáenz de Heredia, Juzgado permanente (1953) de Joaquín Luis Romero-Marchent, El expreso de Andalucía (1956) y Los atracadores (1961) de Francisco Rovira Beleta, Un vaso de whisky (1958) de Julio Coll, El cebo (1958) de Ladislao Vajda, No dispares contra mí  (1961) de José María Nunes o A tiro limpio (1963) de Francisco Pérez-Dolz , se han sucedido, con posterioridad, títulos como El crack (1981) y El crack II (1983) de José Luis Garci, Corazón de papel (1982) de Roberto Bodegas, El pico (1983) y El pico 2 (1984) de Eloy de la Iglesia, Fanny “Pelopaja” (1984) de Vicente Aranda, Crónica sentimental en rojo (1986) de Francisco Rovira Beleta, Adiós pequeña (1986) y Días contados (1994) de Imanol Uribe, El sueño del mono loco (1989) de Fernando Trueba, Beltenebros (1991) de Pilar Miró, Éxtasis (1996), Los lobos de Washington (1999) y Hormigas en la boca (2005) de Mariano Barroso, Carne trémula (1997) de Pedro Almodóvar…

Enrique Urbizu ha labrado sus principales éxitos en este género. Después de Todo por la pasta (1991), La caja 507 (2002) y La vida mancha (2003), acaba de estrenar No habrá paz para los malvados.




Allá por el año 1988, aproximadamente, en el centro educativo donde cursaba el bachillerato, se organizó el visionado de La rosa púrpura de El Cairo (1985) de Woody Allen. Antes de la película, dio una pequeña charla el crítico de cine Carlos Colón. Sobre determinado cine (que no voy a precisar cuál es, por elementales razones de discreción), objetó que sus películas pudieran entenderse sin problemas si las viéramos con los ojos cerrados. Es decir, según interpreté, les faltaba el elemento que debía ser esencial en cualquier film: el componente visual. El cine es un arte que se expresa con imágenes y, por tanto, no debería consistir, meramente, en ilustrar las palabras de un guión, sino que eran dichas imágenes las que debían articular el discurso y convertirse en el alma de todo film. Las palabras de Carlos Colón me hicieron abrir los ojos sobre por qué había películas que me gustaban más y películas que me gustaban menos, sin que tuviera claro el criterio que podía regir tales preferencias. Sólo entonces, descubrí que, a pesar de que podía no compartir todas sus opiniones, sí estaba de acuerdo con él en lo esencial: una potencia visual bien entendida era la clave para hacer buen cine.

Viene esto a cuento porque creo que No habrá paz para los malvados se aproxima bastante al ideal que he intentado expresar en el párrafo anterior. Con un guión seco como una lija, con diálogos breves y afilados, toda el argumento  se sustenta en las acciones y movimientos de los personajes, en la construcción de los ambientes sórdidos e inquietantes que jalonan la narración y en un ritmo perfectamente ajustado, lo suficientemente lento para captar todos los detalles de la compleja trama y lo suficientemente ágil para mantener captada permanentemente la atención del espectador.

José Coronado interpreta al inspector Santos Trinidad, un policía con un pie puesto en la legalidad y el otro en un mundo asfixiante y tenebroso, y logra realizar una caracterización soberbia del personaje, otorgándole una verosimilitud nada fácil de conseguir. No le anda a la zaga Helena Miquel (antigua vocalista de los grupos Élena y Delafé) que traza un retrato de la jueza Chacón a base de una prodigiosa contención, pero que es igual de poderoso que el realizado por su antagonista. Porque, sin que ello sea explícito, ambos personajes son los contrapuntos simbólicos en torno a los que se desenvuelve la historia. Frente a la elegancia, el comedimiento y la pulcritud de la juez, se sitúa el aspecto desmañado, los excesos y la indisciplina de Santos Trinidad, como dos formas incompatibles de entender la ley y la justicia.

Con fidelidad a los cánones del género, el film, más que pretender convertir el desarrollo de la trama en la mera resolución de un misterio, se convierte en un bisturí que disecciona ambientes y realidades que se producen en nuestro país, con un sentido profundamente crítico. Por todo lo dicho, No habrá paz para los malvados es una estimable cinta que recomiendo vivamente a quienes les atraiga el cine negro y, en general, a quienes quieran pasar un buen rato viendo una película. Se trata, sin duda, de uno de los mejores títulos españoles que hemos visto en los últimos años.


Nota (de 0 a 10): 8,5.

Lo que más me gustó: las interpretaciones de José Coronado y Helena Miquel.

Lo que menos me gustó: ciertos aspectos de la trama acaban quedando confusos.


Incluyo tráiler de la película:


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PALMARÉS FESTIVAL DE CINE SAN SEBASTIÁN 2011

El Festival de Cine de San Sebastián, celebrado entre los días 16 y 24 de septiembre de 2011, ha concluido con un palmarés que ha sembrado la polémica. La Concha de Oro a la Mejor Película fue para Los pasos dobles de Isaki Lacuesta. Partiendo de que la mayoría de los críticos profesionales que acudieron al Festival, no entendieron la película en su primer pase (alguno reconoció que sólo se había enterado de algo en la tensa rueda de prensa posterior) y la atacaron con fuerza, resulta lógico que cuando se anunció el premio no generase muchas adhesiones. En breve, comentaremos este film para opinar si resultaba pertinente o no la "caza del hombre" que, prácticamente, se inició, de modo surrealista y excesivo, contra Isaki Lacuesta.

El Premio Especial del Jurado lo obtuvo la comedia francesa Le Skylab, dirigida por Julie Delpy. Las Conchas de Plata al Mejor Director (Filipos Tsitos) y al Mejor Actor (Antonis Kafetzopoulos) fueron para la película griega Unfair world. La Concha de Plata a la Mejor Actriz se concedió a María León, por su interpretación en La voz dormida de Benito Zambrano. El Premio del Jurado al Mejor Guión lo obtuvo el japonés Hirokazu Kore-Eda por I wish.

Fuera del palmarés oficial, el premio FIPRESCI de la crítica lo consiguió el film portugués Sangre de mi sangre, del director Joao Canijo.

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EXTRATERRESTRE

Nacho Vigalondo, después de Los Cronocrímenes (2007), ya ha presentado el tráiler de su nuevo film. Si lo ven, no tendrán muy claro de qué va. Pero seguro que les inquieta.



MARGIN CALL

El 21 de octubre, se estrena en las salas españolas Margin Call. Dirigida por J. C. Chandor, y con un magnífico reparto (Kevin Spacey, Paul Bettany, Jeremy Irons, Demi Moore, Stanley Tucci), la película está ambientada en la crisis financiera que estalló en el 2008. El tráiler promete.



LAS AVENTURAS DE TINTÍN: EL SECRETO DEL UNICORNIO

Steven Spielberg, con la colaboración de Peter Jackson, se ha lanzado a adaptar los cómics de Tintín en esta cinta. Proyecto arriesgado (hasta ahora, en muy contadas ocasiones, las adaptaciones de cómics han alcanzado el mismo nivel que el original), la primera impresión que produce el aspecto visual no es alentador. Habrá que esperar al 28 de octubre para ver el resultado y no adelantar acontecimientos (la trayectoria de Spielberg merece un amplio voto de confianza).








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